Preguntas que hacen los productores


Cuando amas tu historia estás atento a los detalles. Sueñas con las escenas. En tu cabeza son tan vívidas como si estuvieran grabadas. Sin embargo, con frecuencia solo estás atento al texto, a las palabras, y descuidas otras cuestiones sobre tu guion.

Si consigues que un productor se interese por tu trabajo crees que solo hablarás de tu historia. Pero él puede hacerte preguntas que no habías contemplado.

Algunas preguntas de los productores son habituales. Lo cierto es que si amas y crees en tu historia las responderás con el corazón. Aunque cada encuentro tiene sus peculiaridades, conviene tener preparadas algunas respuestas.

Preguntas de los productores a los guionistas

¿Por qué tengo que producir esto?

A veces uno ha escrito una historia ligera. Una comedia. Un thriller. Por dinero. Y se siente tentado a decir: «Será un pelotazo». Una respuesta inadecuada, aunque el productor quiera ganar dinero tanto como tú.

Algunos guionistas no tienen reparos en decir que su película «revolucionará el panorama del cine español». Una respuesta que no sorprenderá al productor porque está trillada.

Piensa con el corazón. Por qué comenzaste a escribir tu historia. Aunque en apariencia puede ser una comedieta o una de tiros, algo te impulsó a decirlo. Es tu argumento. Algunas sugerencias:

  • «Esta película puede ayudar a las personas a tomar conciencia de…»
  • «La gente está harta de (…). Mi historia es para esas personas».
  • «Es una historia está basada en hechos reales que nadie ha contado antes».
  • «Es una historia que todos conocemos, pero la veo de otra manera…» Y cuenta tu manera de ver las cosas.

Laura Muñoz Liaño, con la que escribí Violetas, respondió al futuro productor de la película: «Porque esta historia ayudará a las mujeres a tomar las riendas de su vida». La frase enganchó al productor. Este empleó el argumento en las conversaciones con las televisiones autonómicas que acabarían invirtiendo en la producción.

Esto ya se ha hecho, ¿qué puedes aportar a esta historia?

Realmente todo se ha hecho. Es una pregunta-trampa. Si el productor te ha llamado es porque leyó tu proyecto. Está interesado en él. Aunque sea una historia explotada hasta la saciedad.

Destaca qué hace diferente a tu obra. Con naturalidad.

¿Cuál es la filosofía de la obra?

¿Filosofía? ¡Yo sólo quería hacer una película de terror!

Si tu película es una comedia (¡para ganar dinero!) cuenta que el amor está más cerca de lo que parece; que la gente es mala porque no conoce el amor; que la vida es un sinsentido continúo hasta que el amor aparece…

Si tu película es de terror expón que los fantasmas lo son por falta de cariño; que los monstruos somos nosotros, pero no lo sabemos…

En fin. No importa el género. Destaca la moraleja final de la historia.

¿Cuál es el tema?

El tema es otra manera de referirse a la filosofía.

¿Quiénes pueden ser los actores?

Muchas veces escribes sin poner caras a sus personajes o imaginas a una actriz extranjera. Yo quería a Vanessa Ferlito. Pero me temo que entonces era inaccesible.

Aunque los actores no competen a los guionistas no es mala idea escribir pensando en un actor. Al redactar los diálogos imaginas la interpretación del actor. Si suenan naturales.¿Para el cine o para la tele?

Esta pregunta la debes tener clara, pero si estás frente a un productor que produce cine y televisión hay una respuesta comodín:

«La historia está pensada para el cine, pero podría ser una miniserie de dos capítulos».

¿Quién puede dirigir esto?

«Yo», es una buena respuesta. Pero quizás no quieras ser director. Quizás imaginaste Shyamalan o Nolan igual que imaginaste como actriz a Vanessa Ferlito. Y lo más probable: escribiste sin pensar en un director.

En cualquier caso, piensa en un director de cine de tu país porque ayuda al productor a imaginar el tono y el estilo que podría tener tu historia.

¿Qué fotografía tiene a la película?

Tú comenzaste a escribir pensando en palabras. Tenías una imagen más o menos vaga del mundo. El productor quiere saber hasta qué punto conoces tu mundo.

Quizás no entiendas de fotografía, pero sí de películas. Basta con mencionarlas: «Pienso en colores apagados. Una ciudad gris, lluviosa, del estilo de Seven» o «imagino rojos y verdes como en Amelie».

Conclusión

No importan las preguntas. Si tus palabras salen del corazón demostrarás tu valía como persona y como guionista.


Imagen: John Goodman interpreta a un productor en Trumbo que no pregunta tanto. Entertainment One Films.

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