La poética de Aristóteles en Breaking Bad

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    Aristóteles no ha muerto: está en la sala de guionistas de Breaking Bad. Vince Gilligan parece seguir la Poética del sabio para contar la historia de Walter White como una tragedia griega.

    Introducción

    Breaking Bad es una tragedia griega contemporánea. En muchos aspectos sigue el “canon” establecido por Aristóteles en La Poética hace más de 2300 años. (Aunque hablar de “canon” es incorrecto. Es más simple: Aristóteles observó que unos temas y formas de exponerlos funcionaban y otros no, y expuso sus conclusiones por escrito).

    Nuestra manera de pensar, de sentir y hacer no es muy diferente de aquellos que por primera vez vieron Medea o Edipo. Solo tenemos más cachivaches. Quizá por eso, las mismas “reglas” que arrancaron emociones hace milenios puedan ahora funcionar. Vamos a verlo…

    Aristóteles en Breaking Bad

    La ordenación de los sucesos

    Lo principal de todo es la ordenación de los sucesos. Porque la tragedia es imitación (…) de los hechos y de la vida, y de la ventura y desventura.

    Poética. Aristóteles

    Algunos episodios de Breaking Bad comienzan con momentos del pasado del personaje o del futuro. Son cebos. Es un recurso que Vince Gilligan suele utilizar en la primera y segunda temporada. Sin embargo, en la estructura general de la serie Breaking Bad comienza “por el principio”: desde que Walter White es un tipo corriente y buena persona hasta convertirse en un genio del crimen.

    El drama no está tanto en la transformación de Walter White a Heisenberg como en las consecuencias para sí mismo y para los demás. Pierde el afecto de su esposa, pierde la confianza de los hijos y prácticamente destroza el trabajo y la vida de su cuñado, que es casi un hermano. Y todo esto lo sabemos y lo sentimos porque hay un orden. Se empieza en A y se acaba en Z.

    La tragedia necesita de la realidad

    La fábula es lo supremo y casi el alma de la tragedia; en segundo lugar entra la sociedad.

    Poética. Aristóteles

    La fábula es el esqueleto de la trama, la estructura: qué pasa, en qué orden, por qué causas y con qué consecuencias.

    Pero esta estructura no puede estar en el aire: se desarrolla dentro de una sociedad.

    Breaking Bad se asienta sobre la crisis económica, el pluriempleo mal pagado, la desconsideración social hacia los docentes, el estigma social de la enfermedad y el culto al dinero. Walter White se mueve en un mundo real. Tú y yo nos identificamos con ese Walter White cargado de frustraciones y facturas.

    La duración de la tragedia

    La tragedia debe tener una duración que necesariamente se requiera para que la fortuna se trueque de feliz en desgraciada, o de infeliz en dichosa, esa es la medida justa de la extensión de la fábula.

    Poética. Aristóteles

    Breaking Bad tiene la duración suficiente para que Walter White pase de “bueno” a “malo” y sea creíble. El drama es la destrucción de un hombre, no por el cáncer, sino por sus propios demonios.

    Si Breaking Bad empezara con Walter White convertido ya en Heisenberg, no estaríamos ante una tragedia, sino ante la historia de un criminal que hace y deshace a su antojo. El espectador se implicaría emocionalmente mucho menos en la historia. Sentiría por Heisenberg el mismo apego que por Pablo Escobar.

    El personaje de la tragedia recibe una reacción opuesta a la que esperaba

    Dos son las partes de la fábula: revolución y reconocimiento. La revolución es la conversión de los sucesos en lo contrario, y como decimos, debe ser verosímil.

    Poética. Aristóteles

    Walter White cree que, cuando él muera, su esposa podrá vivir en paz gracias al dinero ganado con la droga. Pero no ocurre así. Esa es la revolución de la que habla Aristóteles: Skyler rechaza tanto al marido como al dinero.

    Por otro lado, como he comentado en otras ocasiones, las reacciones de Skyler son comprensibles. El rechazo de algunos espectadores —en foros donde la testosterona está a tope— se debe a que “Skyler rompe el puntito” a Walter. Los que quieren verla muerta parecen ignorar que, sin ella, Heisenberg sería un caballo desbocado. La serie pasaría de la tragedia a fuegos artificiales. Vacío.

    La tragedia no elude lo inevitable

    Pasión es una pena nociva y dolorosa, como las muertes a la vista, las angustias mortales, las heridas y cosas semejantes. 

    Poética. Aristóteles

    Hay cosas inevitables en la tragedia (como la desaparición de media familia Stark en Juego de Tronos). En Breaking Bad también hay hechos tan trágicos como inevitables. Cuando Hank —el cuñado de Walter— es emboscado, sabemos que aquello acabará mal…

    La tragedia griega se consuma en la quinta temporada, como dijo en su día Bryan Cranston (Walter/Heisenberg): «Breaking Bad acabará mal. Va a ser muy feo, un horrible desastre, y creo que la audiencia es consciente de ello».

    ¿De verdad esperamos que Walter se vaya con su mujer y sus hijos a una casita en la playa, sin más ni más? También está el cáncer, que no perdona…

    Hay personajes que sirven a la tragedia y otros que no

    La tragedia no ha de introducir ni personas muy virtuosas, que caigan de buena en mala fortuna (pues causa indignación); ni malvadas, que de mala fortuna pasen a buena (porque no es lastimoso, ni terrible); ni tampoco sujeto muy perverso, que de dichoso acabe en desdichado porque tal constitución no producirá compasión ni miedo; porque la compasión se tiene del que padece no mereciéndolo; el miedo es de ver el infortunio en un semejante nuestro. 

    Poética. Aristóteles

    Walter White es un personaje ideal para la tragedia. El planteamiento inicial podría provocar indignación: un tipo bueno, que nunca ha fumado, enferma de cáncer de pulmón. Pero Vince Gilligan consigue que pronto dejemos de pensar en eso.

    Walter tampoco es un malvado que pasa de la desgracia a la dicha, sino alguien que alcanza su fortuna causando daño y, en ese proceso, se corrompe.

    El personaje de la tragedia toma decisiones erróneas

    Es preciso que la fábula bien urdida sea más bien por mudanza, no de adversa en próspera fortuna, sino al contrario, de próspera en adversa; no por delitos, sino por algún error grande de las personas. 

    Poética. Aristóteles

    Breaking Bad es, ante todo, la historia de un gran error. Un hombre que pretende salvar a su familia… la destruye. Como Skyler le suelta a la cara:

    «Yo soy quien protege a esta familia del hombre que dice que quiere proteger a la familia».

    Aunque la tragedia de Walter White parece derivar de su carrera criminal, el germen está antes: en la decisión de montar un laboratorio casero para fabricar meta.

    El asesinato en la tragedia y otras fechorías

    (La muerte en la tragedia). Si el enemigo mata al enemigo, no causa lástima ni tampoco si se matan los neutrales. Lo que se ha de mirar, es cuando las atrocidades se cometen entre personas amigas, como el hermano que mata o quiere matar al hermano, o el hijo al padre o a la madre, o hace otra fechoría semejante.

    Poética. Aristóteles

    Walter White traiciona a Pinkman, su socio y amigo, y pone su vida en peligro. Se muestra como un monstruo con su hijo y su esposa. Destruye las relaciones de Skyler con su hermana. Causa la muerte de Hank, su cuñado. La tragedia está en estas «fechorías», más que en el hecho de que White venda drogas o mate a personajes desconocidos para el público.

    Las soluciones de las dificultades

    Las soluciones de las dificultades han de seguirse naturalmente de la misma fábula

    Poética. Aristóteles

    Una frase bastante conocida que, en ocasiones, se olvida. En Breaking Bad no hay soluciones mágicas ni forzadas. Las decisiones impulsivas de Walter White ponen en marcha su propia tragedia.

    Cuando Breaking Bad se miró en La Poética

    En Breaking Bad, como en cualquier gran tragedia, lo que importa no es cómo el protagonista cae en desgracia a causa de los demás, sino cómo se precipita al abismo por sus propias decisiones erróneas. Edipo mata a su padre y se casa con su madre. Medea, ofuscada por la traición de su esposo, mata a sus hijos. Agamenón sacrifica a su hija para obtener el favor de los dioses… y acaba siendo asesinado por su esposa. Todos ellos han cometido un «error trágico», harmatia, en la Poética.

    Walter White, al intentar salvar a su familia, se convierte en la causa de su destrucción.

    Como Aristóteles señaló, la tragedia nace de los errores humanos, y en la historia de White, sus errores son el motor de una transformación que, inevitablemente, lo lleva a la ruina.

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