—El sábado fuimos a comer a un japonés y… cuéntalo, Mo.
—¿Y por qué no lo cuentas tú? —dijo Mo.
—Porque tú lo cuentas mejor.
Mo y yo vimos y escuchamos lo mismo, pero yo destrozo las anécdotas. Mo crea pequeños relatos a partir de hechos simples. Eso es ser original: poner el sello personal en lo que se hace, lo que se cuenta.
A veces los guionistas experimentados y noveles nos agobiamos:
—Tengo que escribir un corto para el taller… ¡Y no se me ocurre nada! —dice un adolescente.
—Estoy bloqueado: todo ya se ha hecho —dice un guionista.
Todos estas personas buscan o reclaman ideas nuevas como quién busca petróleo o una veta de oro. (Al último guionista le recomiendo un paseo por neuronilla.com donde encontrará técnicas de creatividad gratis).
¿Qué hacen los guionistas que tienen éxito?
Hace poco me topé con la lista de los 40 mejores directores del momento según los críticos de The Guardian La lista fue hecha en 2.004 y, sin duda, echamos nombres en falta.
Entre los diez primeros, hay siete directores-guionistas: David Lynch, Joel y Ethan Coen, Steven Soderbergh (!), Terrence Malick, Abbas Kiarostami, Hayao Miyazaki y David Cronenberg (aunque no ha dirigido guiones propios desde 1999). Como directores se caracterizan por una gran factura visual; como guionistas utilizan
«temas» poco originales:
«Una mujer con amnesia quiere descubrir su identidad».
«Un hombre contrata a unos tipos para que secuestren a su esposa».
«En un futuro post-apocalíptico los supervivientes luchan entre sí».
«Dos hermanos gemelos juegan con las mujeres».
… Son argumentos convencionales, incluso propios de películas de serie Z. También son los argumentos de Mulholland Drive, Fargo, Nausicaa o Inseparables.
Los directores-guionistas mencionados no rehuyen los argumentos «trillados». Saben que lo importante es el desarrollo de las tramas, la técnica narrativa, cómo se desenvuelven los personajes y el sello personal (atreverse a revelar las neuras, los miedos y los fantasmas personales).