Escritura invisible: Cautivos del mal

En esta época nos sorprende ver guiones ‘literarios’ llenos de acotaciones técnicas hechas por el propio guionista.

Incluso en los buenos tiempos de Hollywood los llamados «shooting script» (guiones de rodajes) apenas contenían indicaciones de cámara.

Abajo, un ejemplo de Cautivos del mal (The Bad and the Beautiful) con guión de Charles Schnee y George Bradshaw.

Cautivos del mal, piscina 01

Más o menos:

PLANO GENERAL – EXT. PISCINA DE JONATHAN – NOCHE

Jonathan lleva a Georgia desde su auto a la piscina, brillando a la luz de la luna. Le quita las perlas de la mano y la tira al agua.

La escena del guión a la pantalla

Cautivos del mal - La piscina

Seguro que recordáis cómo quedó la escena en la pantalla:

La escena comienza con EL PLANO GENERAL. El guión establece la localización, pero el espectador no se ubica en la escena  y considera que está en los jardines de la mansión de Jonathan.

Jonathan lleva a Georgia, pero no desde del coche; el vehículo no aparece. La escena anterior transcurre en el minúsculo apartamento, por lo que entendemos la elipsis. LA CÁMARA se acerca Jonathan y Georgia hasta el PLANO MEDIO… Jonathan se detiene en un punto del camino… El plano vuelve a abrirse para darnos una sorpresa…

… Jonathan arroja a Georgia a la piscina. La escena es muy breve, la apertura del plano es rápida y el espectador no puede decir «la va a tirar», porque ya la ha tirado.

Sin embargo, en el guión no hay tanta complejidad. El director es Vincente Minnelli, uno de los grandes, hace posible la magnífica escena. Quizá que en manos de un director menos competente o en producciones de televisión de acelerada grabación y poca sutileza, el «chiste» de la piscina se vea venir. «Ahora la tira», diría la abuela.

Ésta manera de escribir escueta es un problema para el guionista. No sabemos si el guión acabará en manos de un Minelli o de un director ramplón, y una regla no escrita dice que el guionista no debe indicar qué planos grabar (así que mejor no escribir guiones con términos técnicos, que además, son arduos de leer). Por otro lado, el guionista puede que tenga en la cabeza una escena planificada al detalle como la que acabamos de ver en imágenes.

¿Qué puede hacer el guionista?

La respuesta está en la lectura de los guiones USA de las dos últimas décadas. En estos vemos cómo los guionistas se las ingenian para indicar planos sin abrir la boca. Las nuevas aventuras de un guionista en Hollywood está lleno de ejemplos del propio William Goldman y de otros autores.

‘Reescribiendo’ la escena

Un guionista moderno quizá escribiría la escena así:

EXT. JARDINES DE JONATHAN – NOCHE

Jonathan lleva a Georgia en brazos. Le quita las perlas de la mano. Jonathan se detiene en el borde de la piscina que brilla a la luz de la luna. Tira a Georgia al agua.

De esta manera el guionista puede sorprender a los que lean el guión: no se menciona la piscina hasta el final, no se dice en qué punto se ha parado Jonathan.

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