Expediente Warren: el terror en la sencillez


Por Manuel Castilla Gómez (firma invitada)

Vosotros los que leéis aún estáis entre los vivos; pero yo, el que escribe, habré entrado hace mucho en la región de las sombras. Pues en verdad ocurrirán muchas cosas, y se sabrán cosas secretas, y pasarán muchos siglos antes de que los hombres vean este escrito. Y, cuando lo hayan visto, habrá quienes no crean en él, y otros dudarán, mas, unos pocos habrá que encuentren razones para meditar frente a los caracteres aquí grabados con un estilo de hierro”.

EDGAR ALLAN POE
Sombra

Manuel Castilla Gómez

Desde su origen el ser humano ha sentido miedo ya sea por una causa real o imaginaria. Los mitos, las supersticiones y las leyendas han forjado una serie de seres y criaturas de todo tipo como las brujas, los vampiros, los hombres lobo, los fantasmas, los zombis etc…, todos ellos destinados a provocar el horror en el corazón del ser humano incluso en esta época tan tecnificada y en la que da la sensación de que una gran parte de la humanidad ya no cree en estos fenómenos que se escapan a los límites de la razón.

El cine de terror ha sabido ser desde siempre un reflejo de nuestros miedos más profundos y retorcidos: películas como Nosferatu, el Vampiro (1922) de F. W. Murnau, Drácula (1931) de T. Browning, Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1931) de Rouben Mamoulian, La Mujer Pantera (1942) de Jacques Tourneur, Yo Anduve con un Zombie (1943) también de Jacques Tourneur, Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock, El Entierro Prematuro (1962) de Roger Corman, La Noche de los Muertos Vivientes (1968) de George Romero, El Exorcista (1973) de William Friedkin, Halloween (1978) de John Carpenter, El Resplandor (1980) de Stanley Kubrick, The Ring: El Círculo (1998) de Hideo Nakata, El Sexto Sentido (1999) de M. Night Shyamalan, El Espinazo del Diablo (2001) de Guillermo del Toro, La Morada del Miedo (2005) de Andrew Douglas y Expediente Warren: The Conjuring (2013) de James Wan entre otras han mostrado todos los miedos del ser humano.

Por ejemplo, el miedo a la enfermedad, a la locura, a la parte oscura que habita en nuestra mente, a los vampiros, a ser enterrado vivo, al Demonio, a los muertos, a estar maldito, a los fantasmas y sobre todo el cine ha sido también un reflejo del miedo entre los miedos, el miedo a la muerte.

UNA CASA CON UN OSCURO PASADO

—Me temo que no —reconoció—. Ésta se considera el Everest de las casas encantadas. Han intentado investigarla en dos ocasiones; la primera, en 1931 y la segunda, en 1940. Ambos casos acabaron en desastre. Ocho de las personas implicadas fueron asesinadas, se suicidaron o enloquecieron. Sólo una de ellas sobrevivió, pero ignoro si sigue conservando la cordura. Se trata de Benjamin Fischer, una de las dos personas que me acompañarán. La verdad es que no me da ningún miedo la casa —continuó, advirtiendo que aquellas palabras habían inquietado a su mujer—. Estoy completamente convencido de mis creencias. Sin embargo, temo que los detalles de la investigación sean ligeramente desagradables”.

RICHARD MATHESON
La casa infernal

Expediente Warren: The Conjuring de James Wan es una estremecedora película de terror que ha sido un gran éxito de público y de crítica. En ella se nos cuenta la historia del matrimonio formado por Roger Perron (Ron Livingston) y Carolyn Perron (Lili Taylor) que, con sus cinco hijas, se muda a una misteriosa casa en Harrisville (Rhode Island). Muy pronto la tétrica casa da muestras de estar encantada, los fenómenos sobrenaturales son cada vez más terroríficos y la familia se ve obligada a pedir ayuda a unos conocidos investigadores de los paranormal, el matrimonio formado por Ed Warren (Patrick Wilson) y Lorraine Warren (Vera Farmiga).

La película nos plantea una situación típica de las historias de casas encantadas: una familia se marcha a vivir a una casa en la que descubre que ocurren fenómenos misteriosos y pronto la angustia se apodera de esta familia. El hecho es que tememos compartir nuestra casa con las presencias sobrenaturales de personas muertas tiempo atrás. Vivimos en una sociedad llena de peligros y nos gusta pensar que nos sentimos a salvo en nuestros hogares, pero ¿qué pasa cuando nos sentimos amenazados dentro de nuestra propia casa? ¿Qué ojos nos observan cuando dormimos ajenos a todo peligro? ¿De verdad esos ruidos extraños que escuchamos a veces están provocados por causas naturales? Todo es mucho más inquietante cuando vivimos en una casa construida hace mucho tiempo, las casas antiguas estas llenas de recuerdos y algunos son realmente terribles.

En el caso de Expediente Warren: The Conjuring ocurrieron una serie de espeluznantes sucesos en el pasado: una mujer llamada Bathsheba mató a su propio hijo, después se fue al tenebroso árbol que hay cerca de la casa, proclamó su amor por Satán, maldijo a todo aquel que ocupara sus tierras y se ahorcó en el árbol. Desde entonces una serie de terribles sucesos han ido ocurriendo y la maldición de Bathsheba ha funcionado como una enfermedad sobrenatural, infectándolo todo del Mal más oscuro. Así el miedo a sufrir una maldición también se haya presente en esta película, el miedo que podemos sentir al hecho de ser víctimas de una oscura fuerza sobrenatural que no podemos controlar y que ésta nos lleve hasta la locura o incluso hasta la muerte.

 ¿JUGAMOS A LAS PALMADAS?

Como había dicho Mark, a esa distancia de la casa no era posible tomarse el asunto en broma. Todos los procesos de pensamiento, el acto mismo de conversar, tenían lugar en el marco de una voz más fundamental que no dejaba de gritar «¡Peligro! ¡Peligro!» en un idioma ajeno a las palabras. Sentía tensión y pesadez en los riñones. Sus ojos habían adquirido una agudeza preternatural, a la que no se le escapaba una astilla ni una mancha que hubiera en el muro de la casa. Y para que todo eso se desencadenara no había hecho falta ningún estímulo externo: ni hombres armados, ni perros amenazantes, ni indicios de fuego. Un vigía más profundo que sus cinco sentidos había despertado tras un largo período de sueño, y no había manera de ignorarlo”.

STEPHEN KING
El misterio de Salem’s Lot

Expediente Warren: The Conjuring es una película en la que la dirección, la fotografía y la banda sonora están al servicio de crear una sensación permanente de inquietud en el espectador. Las interpretaciones son excelentes en todo el plantel de actores y actrices sobresaliendo Patrick Wilson, Lili Taylor y Vera Farmiga que brillan como siempre a gran altura. Lili Taylor y Vera Farmiga son dos grandes actrices que transmiten como nadie la angustia de quien es acosado por fenómenos sobrenaturales, en el caso de Lili Taylor, y la fuerza y determinación de quien combate a estos ejércitos de la oscuridad en el caso de Vera Farmiga. Nos encontramos ante una película llena de momentos terroríficos y me gustaría destacar dos de ellos:

En el primero de ellos Carolyn Perron (Lili Taylor) está jugando al escondite con su hija más pequeña mientras sus hermanas están en el colegio y el padre trabajando. La dos se encuentran solas en la tenebrosa casa y la madre anda con los ojos vendados mientras busca a su hija.

La niña debe hacer unas palmadas para indicar a su madre donde está como pista del divertido juego, el sonido lleva a la madre hasta una habitación donde se encuentra un armario muy antiguo. Éste empieza a abrirse lentamente y unas manos fantasmales desde el armario hacen sonar unas palmadas provocando que Carolyn se acerque a él para encontrar a su hija, pero la niña entra de pronto en la habitación detrás de ella y Carolyn comprueba que en el armario no hay nadie.

Cuando la madre descubre que las palmadas del armario no son las de la niña porque ésta no se encontraba en la habitación en el momento en que sonaron es como si sintiéramos el mismo escalofrío que siente Carolyn. Lo sobrenatural se ha hecho presente dentro de una situación completamente natural como es que una madre juegue con su hija. Lo que hasta este momento era diversión se convierte en desasosiego y lo asombroso, lo misterioso ha hecho acto de presencia de forma sutil pero muy inquietante.

El segundo de ellos se produce en el dormitorio de Christine (Joey King) y su hermana Nancy (Hayley McFarland). Christine lleva un tiempo sintiendo como si alguien le tirara de la pierna mientras duerme y le echa la culpa de ello a su hermana Nancy. Una noche Christine se despierta después de que tiren de su pierna con fuerza y se da cuenta de que los tirones no se los da su hermana. Misteriosamente, una puerta empieza a abrirse lentamente y la joven ve algo horrible detrás de ésta en la oscuridad, avisa a su hermana pero ésta no ve nada lo que hace que la situación sea aún más terrorífica. El terror de Christine es el de una persona que está viendo algo tenebroso y fuera de la realidad mientras otra persona no ve nada en absoluto ¿Qué es aquello que la observa desde la oscuridad? ¿Es real o es fruto de su mente? La joven actriz transmite perfectamente la sensación de miedo y desesperación del que ve lo sobrenatural por primera vez en su vida y que se revela ante ella como algo perverso y malvado. Su rostro es el reflejo del horror más absoluto, del miedo más paralizante.

Expediente Warren: The Conjuring es una película que te mantiene angustiado y en tensión durante todo su metraje desde el principio hasta la parte final cuando se produce la gran batalla entre el Bien y el Mal.

Es una película que nos devuelve la sensación de pasar miedo en un cine, algo que muchos cineastas intentan pero que no todos consiguen. Es también un viaje al corazón mismo de lo paranormal y de toda su fenomenología, además es toda una experiencia para los que amamos el cine de terror, una joya que con el tiempo ocupará su lugar como lo más destacado del género. En cierta manera esta película nos quiere enseñar que existe una vida tras la muerte y no solo el vacío y la oscuridad eterna, pero en algunos casos es una existencia de pesadilla y convertidos en presencias sobrenaturales muy alejadas del paraíso prometido por la religión.